viernes, 23 de agosto de 2013

El club de los maniáticos

Me gusta dormirme mientras leo o miro televisión. Me acuesto del lado izquierdo del colchón pero me levanto con el pie derecho. Si un rayo de luz se esta infiltrando por la ventana no puedo cerrar los ojos. Si hago algo con la mano derecha, tengo que hacerlo también con la izquierda. Sufro del síndrome de las piernas locas. Por si las dudas, de vez en cuando reviso si hay algún monstruo debajo de la cama y siempre voy corriendo al baño de madrugada.  


Hablo solo y mientras lo hago me interrumpo con frecuencia. A veces, incluso, me insulto. Siempre estoy pensando en algo: En ti, en como mataría gente si fuera un asesino serial, en que haría si me ganara la tinka este domingo o en que voy a escribir después. Me como mis mocos y mis uñas. Me huelo el ombligo y me tiro pedos ruidosos por naturaleza. Si huele feo pero no sonó, ni me miren; no fui yo. Me gusta sudar como chancho. Tengo pezuña porque me gusta remojar mis pies en agua, sal y limón. Soy vulgar cuando manejo aunque también soy un justiciero anónimo al volante. Jodó a los que joden. 

Le cambio las letras a las canciones y canto en ingles aunque no sepa ingles. Tengo la necesidad de corregir la ortografía de todo. Camino sin pisar raya. Mi lugar favorito en todo el mundo es Marán y las librerías. Puedo quedarme en la absoluta miseria económica comprándome solamente libros. Ya me ha pasado una vez. La ropa me tiene que durar al menos dos años. Las zapatillas, tres. Coso mis medias con hueco. Detesto los planes post pago de los celulares tanto como la tecnología táctil. Nunca usaría una tablet. Nunca tendré un iPhone. Pero sobretodo, jamás, y sobre mi tumba, compraría una lavadora.  

El café me lo sirvo hasta que se rebalsa de la taza. Si el ceviche no tiene aji no es ceviche. Un cuba libre los fines de semana es ley. Me gusta cocinar. Todos mis platos tienes langostinos y champiñones. Soy un ladrón confeso de aceitunas en los mercados. Sólo como cuando me da hambre, si no, no. Todas mis cosas tienen un nombre. Y siempre, al menos, una tiene que llamarse Julia. 

Soy cachivachero. Mis cuentas y deudas tienen que terminar en número par. Exactamente, no sé cuanto dinero tengo ahorrado en el banco. No confió en los cajeros ni en los agentes. No tengo paciencia con los números. No como pop corn en los cines. No le temo a la oscuridad pero me aterran las muecas y puedo morir de miedo en el acto si un perro se me acerca demasiado. 

Si existe Dios ¿existe el diablo? Soy católico no practicante y Aliancista por convicción. Puedo ser muy cruel cuando me ofuscan. Creo en las revanchas, desconfió de las venganzas. Sé que existe el karma. Cuando soy bueno, soy lindo. Pero cuando soy malo soy mejor. Y soy un mal escritor pero una buena persona... Y soy una buena persona, pero no cuando escribo.  

1 comentario:

  1. LO MAXIMO FIFTY!!! ME ENCANTO!! A EXCEPCION DE LOS MOCOS Y LOS PEDOS Y ESAS COSAS PERO SON CIERTAS PORQUE SIEMPRE LO HACES!!! jajajajaj

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