viernes, 22 de junio de 2012

Macho que se respeta.

Un verdadero macho que se respeta sólo toma cerveza de pico. En caso contrario tomará pisco o ron, puro, y en caso extremo gasolina de 84 mezclada con cola. Pedirse un trago de colores, con nombres extranjeros y chupar con cañita es para amanerados. Macho que se respeta no hace dieta. No sabe que carajo es una caloría y no debe tener verguenza de mostrar su panza chelera en público. Ir al gimnasio (si no es para ver chicas en maya), cuidarse de las grasas y carbohidratos es digno de fanáticos de Juan Gabriel. Un verdadero macho que se respeta come lo que le dan y donde sea, si no hay sitio comerá de pie y pedirá repetición de ser necesario.

Jamás, pero jamás de los jamases un macho que se respeta saldrá bien en la foto. Ser fotogénico y posar para la cámara es para nenas. Un macho que se respeta no debe tardar en arreglarse más de cinco minutos, eso incluye, bañarse y cambiarse. Si tarda seis, descalifica automáticamente para ser un macho y puede ir considerándose hembra. Eso sí, un macho que se respeta nunca se pondrá encima perfumes, colonias, cremas o gel.

Es común de un macho que se respeta pasarle la voz a otros machos de su especie, silbando. De manera intensa, fuerte, sin ponerse las manos en los labios. Mandar mails, mensajes de texto, postear en el face o peor aún, llamar por cel; son síntomas de un futuro cambio de sexo. Un verdadero macho que se respeta tiende a practicar comó único deporte el fútbol. Jugarlo en la pista y pelearse entre sí por apuestas de un sol, incrementa aún más su masculinidad. Saber quien es Cristiano Ronaldo, seguir el tenis por Fox, ver basquetbol o jugar ajedrez es para señoritas.

Macho que se respeta mea en la calle, al aire libre y escribiendo el nombre de su flaca. De ninguna manera un macho que se respeta espera que el baño este libre o se tapa la huasamandrapa haciendo sombrita con su mano. Esas son rosquetadas. Un verdadero macho que se respeta le mete letra al tipo que cuida la fila de la disco para entrar y se zampa caleta. Estar en lista, pagar con tarjeta o ser el invitado de honor denigra al gremio de machos que se respetan y el infractor debe ser expulsado cuanto antes de tan prestigioso club.

Por nada del mundo un macho que se respeta debe saberse la coreografía de moda. Bailar el meneito, mosa o tirarse un paso le puede costar severos puntos en contra en su haber machistico. Pero dejarse filmar mientras esta esforzándose por ser el bailarín de la fiesta es mucho peor y debe ser condenado a las burlas por otros machos alfas superiores. Macho que se respeta debe tener como único medio de conquista su recorrido y metódico floro. Saberse de memoria poemas y hacerla larga es para dignos postulantes a misses.

Un verdadero macho que se respeta no discute de arte ni de cultura. No cuestiona si el cielo azul o si las rosas son rojas. Un macho de verdad sólo lee la última página de El Trome, la penúltima de Caretas y mensualmente debe saber el nombre completo de la chica-portada de play boy. Leer dedo medio o el somos con frecuencia indica serios problemas heterosexuales. Un macho que se respeta no sabe como funciona un Mp3 (y por supuesto no sabe de la existencia del Mp4) así como desconoce al ipod, iphone, ipad y todos esos aparatos glamorosos. Un macho que se respeta apenas saber prender la computadora y nunca reinicia si la pc se cuelga. Un super macho desconecta todos los enchufes para volver a encenderla. Llamar al técnico, ver tutoriales en youtube o llevar la máquina a Wilson es trans.  

Y por último, y no menos importante, un verdadero macho que se respeta no publica por Internet. Un macho que se respesta escribe a mano o frente a la hoja en blanco de una vieja máquina de escribir, reventando el cenicero de tantos puchos de cigarros. Pero eso sí, y muy importante, un ultrasuperarchimega macho que se respeta nunca perdería su tiempo leyendo blogs.




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